Somos dos hermanos, Daniel y Gonzalo Amigo. Nuestro sueño era recuperar las viñas de nuestros abuelos. Viñas situadas en laderas de pronunciadas pendientes, orientadas al mediodía y salpicadas de cepas centenarias.
Cuando iniciamos el proyecto Madai apostamos por la recuperación de las viñas viejas que pertenecen a nuestra familia desde hace varias generaciones. Después de un análisis exhaustivo de las diferentes parcelas nos dimos cuenta que en estas pequeñas viñas había gran cantidad de cepas de la variedad godello plantadas en vaso con una edad media superior a 80 años. Muchas de ellas tan antiguas que los más viejos del lugar eran incapaces de datar. El flechazo surgió al instante y con él , el compromiso de su recuperación.
Creemos que conservar este legado es un reto estimulante. Y todavía más cuando tratamos de hacerlo compatible con nuevas plantaciones. Es un trabajo duro, pero gratificante. Y es nuestra contribución a la supervivencia del godello del Bierzo como una variedad única y con personalidad propia.
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